El día del libro: ¡qué gran día!

Hoy, 23 de abril, celebramos el día del libro. La UNESCO declaró en 1995, que hoy fuese el Día Mundial del Libro, ya que fue un 23 de abril cuando murieron dos grandes escritores sin los cuales nuestra literatura sería muy diferente a la actual: Cervantes y Shakespeare.

En Cataluña, es una jornada muy colorida, es una jornada de aroma a rosas, un día para navegar, todavía más, entre páginas con historias mágicas que embriagan y atrapan al lector. Aquí, celebramos Sant Jordi.

Desde mediados del siglo XV convivimos con esta fiesta (aunque es un día laboral). A lo largo de los años se ha consolidado como una fiesta tradicional y emotiva en la que las personas que se estiman intercambian una rosa y un libro. Rosa que el chico regala a la chica y libro que ella regala a él. Sin embargo, si en un inicio esto era lo estipulado, ya es raro que tanto el sexo femenino como el masculino no reciban su libro.

¿Por qué se regala a la mujer una única rosa roja acompañada de una espiga? Según la tradición, la flor muestra la exclusividad del amor por parte del enamorado, el color rojo de la rosa es símbolo de la pasión y la espiga de trigo remite a la fecundidad. 

La leyenda cuenta que Sant Jordi venció al dragón que se llevó a la princesa y de su sangre emanó un rosal. Sant Jordi es el patrón de Cataluña desde el año 1094 y representa al héroe protector que derrotó al dragón y salvó a al princesa, es decir, es una metáfora de la victoria del bien sobre el mal.

Para mí los libros son como una puerta hacia una dimensión en la que te adentras y cuando consiguen atraparte, sus páginas forman parte ya de ti. Siempre he aprendido algo de cada uno de ellos, aunque fuera a volar un poco más. Sin embargo, tengo especial cariño a dos escritores que marcaron mis pasos en el pasado: Galdós y Larra.

Conocí al gran maestro Galdós en primero de Bachillerato, cuando nos mandaron leer Tormento. Lo que era una obligación se convirtió en un placer tan grande que consumí en una tarde y lamenté acabarlo. Fue mi primera sensación de vacío tras un libro: el vacío que te deja una gran obra que no querías que se acabara, al menos, tan pronto. Si bien es verdad, que ya había leído otros libros de otros géneros, nunca pensé que un "clásico" me conquistaría tanto. Desdes entonces, me cuestioné seriamente si mis estudios no deberían tender hacia la literatura.


El otro gran escritor al que adoro y le profeso una gran admiración a la vez que cariño es Larra. Su inconformismo siempre me ha parecido una muestra de mi inconformismo, de mi rebeldía, que suele apelar a la ironía y al sarcasmo, aunque su elegancia dista mucho de la mía cuando escribo desde las entrañas. Larra mostraba su desánimo y desaliento por la época en la que le tocó vivir pero lo envolvía con un tono irónico que es característica fundamental de gran parte de sus escritos. Se fue demasiado joven, pues el pesimismo se apoderó de él por las circunstancias adversas que padeció. Sin embargo, nos ha dejado un tesoro inigualable, un tesoro en el que yo me sumerjo de vez en cuando para no olvidarme los detalles que hay en sus escritos, para empaparme de su espíritu contestatario, que me encanta.

Todos tenemos algún escritor al que le tenemos un aprecio especial, ya sea porque alguna de sus obras dejó huella en nosotros, porque nos hizo reflexionar en algo que ni nos habíamos planteado con anterioridad o, simplemente, porque hemos pasado un momento inigualable sin movernos del sillón gracias a él.

¡Feliz día del libro! ¡Viva cada palabra que los conforman!


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About Fernando y Tamara

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