La prevención es la esencia de la conciencia para no tener que lamentar algo cuando ya es demasiado tarde para buscar una solución. La Semana Europea de la Prevención de Residuos tiene ese objetivo de intentar concienciar a la sociedad antes de que sea demasiado tarde para nuestro planeta, para nuestra continente, para nuestro país, para nuestra ciudad.
La reducción de la generación de residuos así como la reutilización, es decir, aquellos actos que se pueden realizar antes de eliminar un producto para reducir el volumen de recogida de residuos y la nocividad de éstos para el medio ambiente y para nuestra salud. Está claro que el mejor residuo es aquél que no se produce. Si se ha producido, el reciclaje garantiza que se pueda aprovechar para generar otros objetos y no explotar materias primas de nuestro planeta.
Esta iniciativa de concienciación surgió ante la urgencia de la cuestión dado que la cantidad de residuos domésticos generados se ha duplicado en los últimos 40 años. Este aumento de la cantidad de residuos a gestionar creó, por ejemplo, la necesidad de desarrollar la recogida selectiva.
La filosofía de las 5R nos pone en consonancia con nuestro entorno:
Respetar: conocer el valor de lo que nos rodea, de la naturaleza, del ser humano, de los animales,repensar, reducir, reutilizar y reciclar.
Repensar: nada es inmutable. El mundo es dinámico. Tener presente un espíritu crítico que nos ayude a indagar en nuevas formas de coexistir con el medio ambiente y minimizar nuestros efectos sobre él es clave y, para ello, debemos estar informados sobre la situación y tener un sentido de la responsabilidad acusado.
Reducir: ¿es indispensable lo que consumimos? Indagar hacia una forma de consumo considerado con el planeta, asumir qué es necesario y qué no evitaría una producción masiva y un consumo masivo.
Reutilizar: papel, cartón, desechos orgánicos, ropa, libros, etc. Los mencionados son productos que pueden volver a nacer tras ser usados.
Reciclar: separar los residuos para que puedan, tras un proceso, volver a cobrar vida y tengan otra utilidad.
Contribuir con estas premisas es sencillo y parte de la voluntad de cada uno de nosotros. Simples acciones como apagar las luces que innecesariamente permanecen encendidas en casa o en el trabajo, usar pilar recargables, emplear bolsas reutilizables o no malgastar el agua no suponen un gran esfuerzo en el presente pero pueden cambiar el futuro.
El futuro depende de nuestro presente. La sensibilización es tarea indispensable en el campo de la ecología. Ésta nace de nuestro interior y, por tanto, es un acto personal, pero al mismo tiempo toma como inspiración y como elementos que la despiertan elementos del exterior, con lo cual unos podemos influir en los otros y crear conciencia más allá de nuestra mera persona. Por ello, todo depende de todos y todo depende de nosotros.TAMARA GONZÁLEZ CUEVAS
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