De una vez por todas Andalucía está donde realmente debe de estar.
Andalucía no se merece por todo lo que ha estado pasando durante tantísimos años. Ya está bien que se eligiera como la más “grasiosa” de las regiones y posteriores comunidades autónomas de España.
Ya está bien de decir que sus habitantes son “vagos” y que les gusta muy poco trabajar. La ignorancia de muchos que sólo saben insultar sin temor a que les pase nada, está por las nubes, pero se está ofendiendo a un pueblo de miles de años de existencia, donde las más importantes civilizaciones pusieron sus pies en ella y bien que se han ido aprovechando de sus riquezas naturales o humanas.
No hay que olvidar que los fenicios cuando se acercaban a un lugar y colocaban sus factorías, no lo hacían en cualquier sitio, sino más bien donde hubiera riqueza y tranquilidad para poder comerciar en ese lugar y ya saben que la mayoría de las ciudades andaluzas son de origen fenicio. Por algo sería.
Si seguimos hablando de Historia con mayúsculas, nos podemos trasladar a la época del Imperio romano y decir alto y claro que dos emperadores de Hispania, eran de Andalucía o la llamada Bética romana.
Así podríamos incluir muchos más detalles históricos que hacen que esta región española ha sido puntera y símbolo inequívoco de la realidad del país.
Económicamente hablando, podemos constatar que Andalucía fue el motor impulsor de ese gran negocio que fue y que sigue siendo a su vez motor de la economía del país: el turismo.
Cuando en España en los años sesenta se plantea que un revulsivo a la economía podría serlo algo tan novedoso como el turismo, sobre todo el de sol y playa, serán casi toda la costa mediterránea la que se pone a disposición para hacer posible la llegada de las divisas que los turistas van a ir trayendo. Cierto es que no sólo será Andalucía, pues en otros lugares del Mediterráneo también se dieron casi a la par, pero sí que han quedado lugares emblemáticos que hoy por hoy siguen siendo un ejemplo de lo que se ha venido a llamar “turismo de sol y playa”.Por otro lado, cuando en la época franquista se realizan los llamados “polos de desarrollo industrial” se alejan de Andalucía y se trasladan a otros lugares que venían a ser una continuidad con lo que se desarrollaba industrialmente desde el siglo XIX, esto es, Cataluña o País Vasco.
Todo ello en detrimento de otros sitios que para que todos ustedes lo sepan sería en lugares como Marbella donde se desarrollaron los primeros altos hornos mucho antes de Bilbao o Asturias, sin embargo, porque el estado y demás terratenientes no quisieron invertir, aquello se acabó.
Por lo tanto, podemos decir que comunidades como Cataluña tienen en su masa obrera una gran parte de andaluces que fueron allí para trabajar y lograr que ese lugar fuera el punto importante de la industrialización textil, por ejemplo.
De ahí que no nos extrañe cuando vemos que presidentes de la Generalidad catalana provienen de pueblos andaluces e incluso alguna que otra ministra que se la da de muy catalanista pero tiene que irse al pueblo almeriense de sus mayores para empezar su candidatura a secretaria general de su partido.
Andalucía se merece que haya más empleo en esa juventud que es mucha y empobrecida. Se merece mejores condiciones educativas y sanitarias y sobre todo se merece que se la respete desde dentro para poder exigir ser respetada por los de fuera.
Yo nací en esa región, concretamente en Málaga. He vivido allí durante muchos años y sé bien el por qué digo estas cosas.
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
0 comentarios :
Publicar un comentario