Algo huele a podrido

 En los últimos tiempos, la magistratura, es decir, aquello que reúne a los magistrados y jueces de nuestro país, está cada vez en peor reconocimiento por parte de la ciudadanía y no es de extrañar, después de ver cómo el presidente del máximo tribunal español, el Supremo, se va sin ningún tipo de problemas administrativo ni de otra índole a pasar sus fines de semana a costa del erario público. 
Otros jueces se pasan las noches de esos fines de semana poniendo bandas en espectáculos y galas que además son ilegales y que no les da ningún apuro en aparecer cara al público en medios de comunicación escritos y otros, muy sonrientes.

Que yo recuerde, nunca ha pasado esto, quiero decir, que siempre intentaban pasar desapercibidos, sin apenas ir a evento alguno que no fueran los meramente oficiales.


Ahora la poca vergüenza y la falta de corrección ya está instaladas también en el ámbito judicial y claro viendo cosas así no es de extrañar que la ciudadanía crea menos en la justicia española, no en ella en sí, porque las leyes están bien hechas, sino en la interpretación que los jueces y magistrados hacen de la misma, que casi siempre es en contra de los derechos que defienden al ciudadano de bien y sin embargo, se suele amparar a los que cometen delitos.

El señor Divas, ahí lo tienen como suele decirse popularmente, “más chulo que un ocho”, dice sin ningún tipo de problemas, ni de vergüenza, que él se ha ido esos fines de semana sin pagárselo pero que no pasa nada y que como es lógico tampoco había que levantar tanta polvareda por algo que no tiene importancia.

Yo le digo a usted y sé que es el sentir popular, que no puede hacer lo que le dé la gana y que si quiere hacerlo, lo haga con su dinero que seguro estoy que cobra usted de lo lindo y con mucho menos esfuerzo que la mayoría de los ciudadanos que nos cuesta sangre, sudor y lágrimas conseguir lo poco que ya nos deja el gobierno para poder subsistir en este mediocre mundo que gracias a tipos como usted se está quedando en la nada.

A usted estas palabras que escribe un sufrido ciudadano le importan muy poco, pues ni siquiera las va a leer, pero sepa que por ser quien es no le da ningún derecho a saltarse las normas democráticas y encima tener la desfachatez de presidir una serie de actos oficiales como lo son el bicentenario de la instauración del Tribunal Supremo cuando usted no tiene ningún derecho de presidir ya nada.

Hace unos años cuando algo de esto se podía saber, se decía que estaban al cobijo de la dictadura franquista, pero hace muchísimos años que eso pasó y que ahora estamos en una ¿democracia? Y se puede ver cómo los de siempre les importa muy poco la legalidad vigente, pues siempre son los mismos los que se benefician del resto.

Seguro estoy, que ha enviado a la cárcel a gente que ha hecho mucho menos que usted, pero con tan poca vergüenza, les ha quitado el poder vivir dignamente, mientras usted. Estaba muy seguro de que algún día caerían usted y gente como usted que hasta ahora se lo habían pasan en grande pero como se dice en un refrán muy español: “a cada cerdo le llega su San Martín”.

FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
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