Ante todo pido disculpas por estar un tiempo ausente. No hay excusas para no dedicar al menos unos minutos para expresar nuestras ideas.
La escritura siempre ha tenido para mí un valor casi sagrado, porque nos permite transmitir nuestro interior y llega a tener un valor catártico. Llevo un tiempo sin escribir y este artículo es un volcado de mi indignación.
Noticia, tras noticia han ido colmando el vaso y ya hace bastantes días que se está derramando. La situación actual me parece patética en muchos aspectos. El término o instrumento que me viene a la cabeza es el de la pandereta. Eso es lo que somos, un país de pandereta.
Sin embargo, empiezo a pensar, cosa que me duele más aun, que tenemos lo que nos merecemos. Así, las personas que deberían servir al pueblo no solo nos roban, sino que nos vapulean una y otra vez y nosotros parecemos diques que están destinados a soportar cualquier tormenta. No. Somos diques porque sin el pueblo, no habría mar.
Respetando eso que llaman la presunción de inocencia, pero sobre todo la división de poderes, nadie debe quedar impune, tenga el cargo que tenga, si ha cometido un delito. No me vale el pedir perdón, el me han engañado ni cualquier otra burda excusa. En otros países, donde simplemente se tiene asumido que se sirve a un pueblo y que no se le puede decepcionar, hay representantes que han dimitido por copiar un párrafo de una tesis doctoral años atrás. Impensable en nuestro país. IMPENSABLE. Aquí, la concepción es otra. Es la de aferrarse a la silla con uñas, dientes y cualquier otra arma.
Por supuesto, si uno ni admite que "algo" está haciendo mal cuando no ha intuido que el rumbo de sus políticas de recortes y recortes sociales no ayudaban nada más que a hundirnos más, tampoco va a asumirlo. Por tanto, busca cualquier maniobra de distracción para que centremos nuestra atención y no unamos nuestras fuerzas para pedir justicia. Repito justicia. No se trata de pedir disculpas cuando pueden haber actos delictivos.
Además, se atreven a poner un peaje por la energía recibida del sol. ¿Perdón? Es decir, la concienciación hacia el medio ambiente ha tardado años en calar hondo, se realizan acciones en pro del entorno como las energías renovables, pero claro si no son explotadas por las grandes empresas del sector, ¿no tienen efecto? Resultado inminente: el pequeño consumidor tiene que pagar. ¿Otro acto más del favoritismo de la derecha hacia los empresarios?
Por último, no puedo obviar las lúcida reflexión del FMI, respaldada por Olli Rehn de rebajar el sueldo a los trabajadores para que los empresarios creen empleo. ¿Qué? El pueblo sufre la crisis y la paga. Claro. Es un negocio redondo: los que se equivocan dejan que otros solucionen la situación con su sudor y su sacrificio.
La respuesta de los españoles no es unísona. Los dirigentes se han encargado de distraernos con temas candentes como la amenaza de las comunidades que tienen una lengua propia, cooficial con la española, y de hacer crecer el odio de unos sobre otros. Por si eso no bastara, le suman el tema de Gibraltar. Irrisorio.
Por favor, centrémonos y no os peleéis los unos con los otros. La situación actual tiene responsables. No nos olvidemos. Ha costado mucho adquirir ciertos privilegios sociales para todos. Nos los están arrebatando poco a poco y vierten cortinas de humo para que nos entretengamos en otras cosas.
Si, cuando haya elecciones, vuelve a salir la misma mano que gobierna actualmente, sinceramente, la teoría de Einstein se corroborará otra vez: solo hay dos cosas infinitas. Una es el universo.
Por último, no puedo obviar las lúcida reflexión del FMI, respaldada por Olli Rehn de rebajar el sueldo a los trabajadores para que los empresarios creen empleo. ¿Qué? El pueblo sufre la crisis y la paga. Claro. Es un negocio redondo: los que se equivocan dejan que otros solucionen la situación con su sudor y su sacrificio.
La respuesta de los españoles no es unísona. Los dirigentes se han encargado de distraernos con temas candentes como la amenaza de las comunidades que tienen una lengua propia, cooficial con la española, y de hacer crecer el odio de unos sobre otros. Por si eso no bastara, le suman el tema de Gibraltar. Irrisorio.
Por favor, centrémonos y no os peleéis los unos con los otros. La situación actual tiene responsables. No nos olvidemos. Ha costado mucho adquirir ciertos privilegios sociales para todos. Nos los están arrebatando poco a poco y vierten cortinas de humo para que nos entretengamos en otras cosas.
Si, cuando haya elecciones, vuelve a salir la misma mano que gobierna actualmente, sinceramente, la teoría de Einstein se corroborará otra vez: solo hay dos cosas infinitas. Una es el universo.
Tamara
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