Ha fallecido uno de los grandes cómicos de este país a los ochenta y un años de edad. No sé qué les parecería este actor a ustedes, pero para el que esto escribe era uno de los más grandes que dio España, este país que cada día que pasa, más se va pareciendo a una burda ausencia de nación, donde todo lo que no podíamos imaginar que nos iba a caer encima, nos está dando en toda la cara y sin paraguas. Se nos ha ido alguien que podía arrancarnos una sonrisa o una carcajada con tan sólo verlo o escuchar sus frases inconexas y sin sentido, pero que a muchos nos llenaba la vida y el alma del sentido común que ahora hemos prácticamente perdido.
Antonio Ozores, actor de una gran saga familiar, con padres, hermanos, hija y sobrinas artistas y de éxito, gozó del bien del público pues no he encontrado a nadie todavía que no le gustara, aunque haya muchos que no entendieran su humor.
Nació en un pueblo de Valencia y hasta el final se mantuvo activo, aunque ya llevaba tiempo acarreando la enfermedad que le ha llevado a la tumba, pues hace pocas fechas se le pudo ver en la nueva puesta en escena de su última obra de teatro, dirigida, escrita pero no interpretada por él, sino por su hija Emma, cuyo título es tan sugerente como el de “El que salga el último, que apague la luz”.
He tenido la suerte de ver esta obra en directo en una de las salas de Madrid, y bueno me pareció muy acorde al estilo “ozoriano”, permítanme la palabra rara que acabo de poner.
Era un maestro en el arte de reír y sobre todo de un humor absurdo, inteligente y sólo comparable con los grandes genios del humor nacional e internacional.
Las últimas palabras que le escuché hace poco fueron las de que como ya no quedaban actores de su edad elevada, todos los homenajes le eran dados, así como esa de “me da igual cómo me recuerden, pues no voy a estar para escucharlos”
Genio y figura hasta la sepultura. Participó en más de 160 películas y doscientas obras de teatro, así como series televisivas y de radio. Acompañó en su primera etapa de cine a su hermano José Luis, haciendo papeles de ese neorrealismo cinematográfico que se emitía en aquellos años cincuenta y sesenta en nuestro país.
En los últimos tiempos era conocido más por sus intervenciones en el popular concurso televisivo “Un, dos, tres…” donde “con esa forma de hablar raro”, llenaba una de las más recordadas páginas de la televisión española, aquélla en la que sólo teníamos dos cadenas.
Después de siete décadas dedicadas al arte escénico, nos ha dejado. Sin embargo, va a ser difícil su olvido pues ha sido uno de esos personajes que marcaron tendencia y raro es el cómico que no ha bebido de su larga fuente.
Ahora me viene a la memoria una película de primeros de los sesenta, donde hacía un personaje que residía en Ceuta y se iba a la Península a investigar un caso de un amigo…, recuerdos muchos de este actor, la mayoría de las veces secundario que llenaron las salas cinematográficas de los setenta cuando acompañaba a aquella pareja de cómicos Pajares y Esteso, dirigidos por su hermano Mariano.
He tenido la suerte de conocer a su hija Emma que bien lleva su apellido, pues tiene mucho de él, ya que su humor es tan absurdo como el de su padre.
Vaya desde aquí el homenaje debido a un hombre que sólo hizo algo muy positivo y que ahora tanta falta nos hace: destapar una sonrisa de nuestros labios y más de una carcajada.
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
me lo propuse y lo consegui, ahi tienes tu comentario:Brillante, como siempre, ya sabes que yo soy admiradora de tus escritos.
ResponderEliminarse va antonio pero nos deja su obra para poder seguir disfrutando de el, asi que al igual que elvis, nunca morira