Nos hemos quejado de recortes en sanidad y en educación, de la corrupción y la reiteración de los corruptos en sus puestos, se han levantado voces que no se adhieren a ningún partido político para denunciar el malestar que vive nuestra sociedad. No ha servido de nada. Tropezamos una y otra vez con las mismas losas. Camps ha vuelto a salir en Valencia, de nada sirve tener un ropero bien ataviado y tan conocido por todos, el mismo grupo que ha escandalizado a Cataluña con sus recortes en los sectores más vulnerables y necesarios para la población ha obtenido la simpatía de los votantes. No hablamos de los que prefieren el sistema privado porque de todos es sabido que el rasante de votos no lo conforman ellos. No. Somos nosotros, el pueblo. El mismo que se lanza piedras contra su misma cabeza, el mismo que vota a la derecha, al contrapueblo, el mismo que reitera en sus errores, el mismo que perdona una y otra vez, el mismo que protesta en las plazas y acampa antes las injusticias. No. Estos últimos son los únicos que parece ser empiezan a actuar porque de las urnas parece ya no poder sacarse nada bueno.
TAMARA G.C.
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