REENCUENTRO

Hace pocos días tuve la suerte de encontrarme con una de las etapas más bonitas de mi pasado. Siempre nos pasa lo mismo, creemos que todo ha ocurrido hace mucho tiempo ya donde ni siquiera los recuerdos nos llegan con la nitidez suficiente como para saber qué pasó o cómo ocurrió.
A veces es importante volver la mirada hacia atrás para intentar rescatar algo de lo que un día viviste y por qué no, volver a sentir aquello que solamente se puede hacer cuando uno es un niño.
El ser humano al principio de su vida se encuentra inmerso en un universo pequeño donde es el centro de atención de unas pocas personas, con las que comparte todo. Es la familia, da igual el número de miembros que ésta tenga, es el soporte vital que da la estabilidad suficiente en esos primeros años.
Más tarde, es el niño el que empieza a tener consciencia de lo que hay a su alrededor y que si en un principio todo es novedoso, sin embargo, se percata que está rodeado de iguales a él: todos esos pequeños seres se parecen mucho entre sí, no en vano salen a ese mismo mundo desconocido y fascinante.
Es entonces cuando se crean los primeros vínculos con los demás, con los otros, que son iguales a él y entre ellos se va formando un círculo social, a veces estrecho y otras no tanto, pero que son parte de él.
El colegio es el escenario donde se dan todas esas relaciones entre iguales y que socializa a los individuos en su primera etapa tras la salida de la familia.
En la escuela el niño pasa su infancia, pues no en vano está ahí desde los tres o cuatro años hasta los once o doce, donde ya pasa a otro estado nuevo: el instituto.

En esa etapa se va reconociendo ya su forma de ser ante la vida y se dan las primeras preguntas sin respuesta, o con una respuesta que no le convence demasiado.

Ya no es el mundo antes vivido con la familia, ahora hay algo más, se está rodeado de aquellos con los que se comparten la mayor parte de las horas del día y que deseas que cuando venga la noche, ésta pase pronto para poder estar de nuevo en compañía de los que son ahora tus compañeros de viaje.
Sin embargo, como todo en la vida, pasa y cuando se parte hacia una nueva etapa educativa, el instituto, sólo unos pocos continuarán viéndose hasta que el hecho de rodearse de nuevas personas, van haciendo que se queden relegados aquéllos con los que tan sólo unos pocos años antes tenías tanta relación.
Así es la vida, así se van pasando los años y aunque puedas mantener algún contacto con aquellos que salieron al mundo asustados como tú, sin embargo, ha pasado el tiempo para todos y en alguna ocasión cuando ocurra algo que te recuerde tu infancia porque veas a tu hijo en el colegio o porque te tropiezas con una vieja fotografía descolorida por los años en los que encuentras a un buen puñado de niños con ropas y peinados muy pasados de moda, te quedas un instante parado observándola y te preguntas qué habrá sido de todos esos que ves con diferentes caras: unos sonrientes, otros tristes y los más inexpresivos pues no le gustan que te hagan fotografías.
Sin embargo, las nuevas tecnologías y las redes sociales tienen algo de bueno y un buen día recibes un aviso en tu muro de facebook donde un nombre muy conocido para ti pero al que no le pones cara, te habla y te dice qué es de tu vida, que si la recuerdas cuando ibais juntos al colegio, a aquella clase con más de cuarenta niños y niñas, sin patio propio y por pistas polideportivas un descampado de tierra donde hacer los ejercicios físicos.
No sabes bien qué hacer, pero aceptas su invitación y al final en un par de semanas decides asistir a una quedada que se va a realizar con motivo de juntarnos todos los que pertenecimos a aquel curso del 70 y
que aún viendo aquellas fotografías antiguas, intentas reconocerlos y reconocerte, pues todos han cambiado.
Llega el día y te sientes algo nervioso, pues no sabes muy bien cómo verás a los demás y cómo te verán a ti. La incertidumbre de saber quiénes van y quiénes estarán en el recuerdo, pues no pueden hacer acto de presencia ya que están en otra dimensión.

Lo que este que les escribe ha vivido hace unos días ha sido algo inolvidable y que invito e incito a todos que lo hagan. Nos hemos reencontrado después de treinta y un años aquellos que tanto compartimos durante aquellos cursos de aquella Educación general Básica, la E.G.B., que después de tantas reformas educativas, seguimos coincidiendo en que era la mejor forma de enseñanza de este país.

Gracias a tod@s vosotr@s que me habéis hecho pasar un día inolvidable, pues he podido constatar que el ser humano es diferente al resto de especies vivas. Gracias a todos los del 70, a los que estáis y a los que no, pero que en nosotros seguís. Un abrazo y seguiremos con nuestras reuniones.


FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
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About Fernando y Tamara

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1 comentarios :

  1. Una buena idea y supongo que una gran alegría después de tanto tiempo y cada uno con sus vidas encaminadas y reencontrarse con los compañeros de colegio y recuerdos de la niñez. Ojalá yo hubiese podido hacer lo mismo, pero estan demasiado lejos. Un buen propósito el seguir con las reuniones, que se cumpla, lo que se quiere de verdad se consigue,no se dice eso ?

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