Se ve sonriente y amable con todos,
sin embargo, sus ojos dicen otra cosa.
Se ve con ganas de juerga y diversión,
sin embargo, sus ojos dicen otra cosa.
Se le ve cordial y optimista,
sin embargo, sus ojos dicen otra cosa.
La gente que lo trata
muchas cosas de él destaca,
sin embargo, sus ojos dicen otra cosa.
Qué oscuro secreto guardará
en sus adentros.
Qué pasado negro oculta
que le hace tener esa mirada.
El hombre de los ojos tristes
como aquellos guerreros medievales
que venían de las Cruzadas
sin haber conseguido nada,
se le ve caminar altivo,
con andar seguro,
sin errar ni un momento,
sin desfallecer en su paso,
sin embargo, sus ojos dicen otra cosa.
Sus ojos siempre dirán otra cosa.
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
0 comentarios :
Publicar un comentario