Nos estamos refiriendo a Su Majestad Don Alfonso XIII, que falleció en la capital italiana de Roma. Rey muy controvertido a lo largo y ancho de su reinado y después también, por una serie de circunstancias políticas e históricas que le tocó vivir.
Cuando fallece su padre, Alfonso XII, sólo contaba con dos años de edad y tuvo su madre que hacerse cargo de la regencia del país ante la minoría de edad del sucesor al trono.
Según muchos historiadores que se han centrado en su figura, la etapa de niñez y adolescencia del futuro gobernante español se vio entre mezclada con sus aficiones claramente pro bélicas y un tanto juerguista que, parece ser, llevó a lo largo de toda su vida.
Lo que aquí nos interesa resaltar en este artículo es que este monarca estuvo tres veces en Melilla y que las tres fueron en momentos cruciales para el devenir de esta ciudad.
Dos años después de recoger el testigo político de España, llegó a Melilla hacia el año 1904, donde fue el encargado de colocar la primera piedra del que sería futuro puerto de la ciudad.
Un puerto que tanto se necesitaba pues no en vano, la ciudad iba creciendo en dimensiones no sólo demográficamente hablando, sino también en cuanto al territorio.
Fue esta visita la más corta de las tres, pero no por ello menos ventajosa para la ciudad, pues como decimos puso la primera piedra del futuro puerto y firmó los documentos necesarios a tal efecto.
La segunda visita fue más duradera en el tiempo, y precisamente este año de 2011, se celebra el centenario de esta llegada, cuando el día siete de enero llegaba a la ciudad para quedarse durante varias jornadas.
Su cometido fue el revisar como quedó el nuevo territorio después de la campaña del año anterior, en la que España se adentró de manera efectiva en territorio del protectorado que se estaba gestando.
Uno de los momentos más importantes fue cuando marchó al Cementerio de la Purísima para poner la primera piedra del Mausoleo dedicado a los Héroes de las Campañas.
La tercera visita la realizó acompañado de su esposa la Reina Doña Victoria Eugenia. Fue una visita que se esperaba después de la finalización de los últimos acontecimientos que habían comenzado con el denominado “desastre de Annual” y que tras numerosos años se pudo llegar a la pacificación absoluta de toda la zona.
Para ello, Sus Majestades vinieron a refrendar ese momento de paz y él marchó a visitar las posiciones que habían ocupado protagonismo en esa última campaña bélica de Marruecos, mientras que la Reina visitaba los establecimientos hospitalarios de la ciudad: Cruz Roja y Pagés.
Fueron dos jornadas intensas donde no faltó el agasajo de los ciudadanos de aquella Melilla que muy bien los trato y que tras muchos años pasados, volvieron a rendirle a los monarcas actuales, nieto él de Alfonso XIII.
FERNANDO SARUEL HERN´´ANDEZ
0 comentarios :
Publicar un comentario