A veces uno no se cree bien lo que escucha o lee en las noticias, pero era verdad lo escuchado y lo leído.
Vaya desde el principio de este artículo, que quien lo escribe aunque tiene su propia ideología política, no es seguidor en la actualidad de ningún grupo político que esté en el horizonte, lo digo más que nada por que a la lectura de éste, habrá algún “malintencionad@” que quiera creer que yo respondo a unas siglas políticas determinadas, siempre hay por decirlo así, “cantamañanas” que a fuerza de querer saber más que nadie y dar “lecciones magistrales” sin que nadie se las pida, han aburrido a los demás. Allá ell@s.
El titular de la noticia viene después que nuestro presidente del gobierno comentara en el Foro de Oslo que había que tener una “visión distinta” de lo que es empleo y desempleo, argumentando esta frase en que aquellos parados que están formándose en cursos del antiguo llamado INEM, ahora Servicio Público de Empleo, están “trabajando para el país”
Sí, alucinante. Primero lo oí en la radio, después lo he leído en diferentes lugares y precisamente en aquellos medios de comunicación que son más afines al gobierno.
Pienso que si se realizara una encuesta bien hecha y a conciencia de lo que esas palabras les parece a aquellos parados que realizan esa formación, nos daríamos cuenta que un altísimo porcentaje, afirmaría que les gustaría más estar trabajando que con tanto curso.
No con esto quiera decir que la formación es inadecuada, ni un recurso muy válido para que las personas avancen en sus futuras profesiones, sin embargo, todos conocemos como en nuestro país funciona la picaresca.
La formación continua es uno de los elementos fundamentales para que se pueda avanzar en esta sociedad cada vez más compleja, sin embargo, debido a lo que se está viviendo y lo peor de todo, que el futuro no se presenta ni mucho menos halagüeño, resulta que hace falta más el trabajo que formarse y es lógico pensarlo.
Según se comenta, los desempleados que realizan estos cursos no aparecen en las estadísticas del paro como tales, haciendo que las cifras oficiales sean más bajas de las reales.
Algunos llaman a esto, un “juego de la política” y lo curioso que no sería de extrañar que cualquier otro gobierno haría lo mismo. Pero estamos con este y desde que meramente entró sobre todo en su segunda legislatura, cada día hay más gente desilusionada.
Se hablaron de tantas bondades, que ahora, pasados los años y con la que está cayendo, nadie hasta los propios seguidores, las ven como el alivio que se necesita sobre todo para esas personas que tan mal lo están pasando y que ven que cada día que pasa les cuesta más encontrar un medio digno de llevar un sustento a sus familias.
Lamentable es ver también que con el auge económico tan fuerte que se tenía, en tan poco tiempo, hayamos entrado en una espiral de la que no llegamos a salir, y lo peor de todo es la poca confianza que da el ver cómo se va cambiando lo que se dice de un día para otro, sin tener algo firme y verdaderamente esperanzador en lo que creer.
Muchos tumbos hacen que los que viajan en esa nave se mareen y no estén lo suficientemente “espabilados” para intentar poner verdadero freno a esta sangría de parados.
Pero por encima de todo está que no se sigan diciendo esta clase de discursos que tanto daño está haciendo.
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
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