HOY: MIGUEL HERNÁNDEZ

             Estamos de enhorabuena para todos los que nos gusta el Arte con mayúsculas. Y digo esto porque ha llegado a las manos de este Templario un libro que es más que eso.
            Es una verdadera joya de la fotografía. Y no es para menos si tenemos en cuenta quién es el autor de las fotografías que en él aparecen. Se trata de uno de los mejores fotógrafos que desde hace más de una década está encumbrándose, por méritos propios, en un referente a seguir dentro del panorama artístico fotográfico nacional.
            Y digo esto porque este autor, este artista, ya ha estado en numerosos eventos tanto nacionales como internacionales, siempre dejando sentir en el alma de todos aquellos que han tenido y tienen la fortuna de ver sus fotografías, una imagen que se les “clava” en la retina y que difícilmente pueden olvidar.
            Eso es lo que tiene este artista, que con cada retrato, cada instantánea que toma es como un pequeño trozo de alma de la propia humanidad. Pues no en vano, él siempre ha querido plasmar la realidad del momento y sobre todo, el alma de las “gentes que retrata”.
            Su nombre es como el del poeta aquel de Orihuela, Miguel Hernández, y si aquél nos transmitía con sus versos el lirismo de un momento, de una época, en la que luchó por reflejar y cambiar, aquí nos encontramos un paralelismo, ya que este fotógrafo lo que piensa, lo que siente, lo que vive en un momento determinado, nos lo refleja en su obra fotográfica.
            Es por tanto, para este Templario un deleite el poder tener entre sus manos tan preciado “objeto artístico”, el cual he observado con detenimiento para de un modo egoísta, querer ser yo el protagonista de cada una de las imágenes que Miguel Hernández nos muestra.
            El libro en cuestión lleva por título “Huellas de un pueblo” y es la consecución de una serie de retratos de personajes de un pueblo, en este caso, el del lanzaroteño pueblo de San Bartolomé, donde el blanco y negro utilizado por el artista no hace sino reflejar más la autenticidad que se desprende de cada uno de los retratados.
            Por ello, podemos ver cómo nos encuadra a cada uno dentro de su propio ámbito y lo hace de manera magistral, pues con sólo unos pequeños objetos rodeando al personaje ya nos suministra toda la información necesaria acerca de cómo son.
            Miguel Hernández hace gala en este libro de su maestría a la hora de utilizar los diferentes planos y encuadres, siempre escogidos con gran detenimiento para que se nos haga diferente cada toma y a la vez sea un todo unitario dentro del libro.
            Tiene un hilo conductor muy claro: cómo va pasando por medio de cada retratado la vida social del pueblo, tanto en su pasado como en su más reciente presente.
             En palabras del realizador del texto que aparece junto a las fotografías, Félix Delgado López, “Estas fotografías no tienen únicamente un componente estético, sino que también conducen por sí solas a la palabra y a la reflexión. (...), con su potencia visual, fomentan un cierto estímulo emocional que atrae y que origina ideas, opiniones acerca de San Bartolomé, de los personajes y sus actitudes.”
            Miguel Hernández, considerado en la actualidad como uno de los mejores fotógrafos de las islas, y también a nivel nacional, está intentando representar una fotografía dentro del cuasi-género de la “denuncia”, que, como él mismo comenta, “recogiese el dolor de este mundo, sus injusticias, lo que el poder quiere ocultar...”.
            Como denotan sus palabras, es un claro ejemplo de un artista, de un hombre comprometido con la sociedad. Un artista que no sólo busca lucrarse, sino que quiere que sea reflejado ese mundo “oculto”, o que más bien “queremos ocultar” y pasar de ello, pues estamos siempre metidos en nuestro propio yo sin importarnos lo que les pase a los demás, aunque, eso sí, nos hagamos los “santos y buenos samaritanos” cumpliendo con nuestra buena fe cuando ocurre alguna desgracia. Fe y buenos sentimientos que sólo duran unos pocos días y ya se acabó.
            Por eso, me gusta lo que hace Miguel Hernández, porque es un ser humano comprometido con los demás, y sobre todo porque lo hace siempre de manera anónima y que quieren que les diga, eso en la actualidad, es muy poco visible y posible, ya que estamos un poco hartos de esos representantes del pueblo que se hacen fotografías y más fotografías sonriendo, pero que se les ve claramente que la mayoría de ellos están huecos por dentro.
            Hay un apunte más que quiero decirles acerca de este genial fotógrafo y es que su nacimiento fue en Melilla, sí, aquí, en esta tierra donde nada más nos acordamos de lo que viene de fuera, sin tener apenas conciencia de los “genios” en cualquier profesión que tenemos desperdigados por la geografía nacional e internacional.
            Miguel Hernández nació en Melilla, en el Barrio del Polígono, justo enfrente del Colegio Mediterráneo actual y antigua Escuela de Artes y Oficios.
            Quizá ya desde pequeño el hecho de estar al lado de dicha escuela..., perdonen la reflexión, es sólo una elucubración más de las que tengo a lo largo del día.
            En definitiva, nos encontramos ante un artista, un fotógrafo que hace arte con sus imágenes y que es, como muchos otros geniales artistas, autodidacta.
            Tiene numerosas exposiciones colectivas e individuales a sus espaldas y es además colaborador en la prensa de Canarias, Nacional, y hace como un año, pudimos ver en estas páginas del Melilla Hoy, cómo salía una entrevista de él y una pequeña “porción” de sus fotografías.
            Antes de terminar, quiero comentarles una cosa para mí incluso más importante que el hecho de que sea uno de los mayores exponentes en fotografía actualmente, y es que tengo la enorme suerte de compartir con él algo que muy pocas personas pueden decir, puesto que Miguel Hernández es mi HERMANO. Al que me une una muy buena relación, ya no sólo como familiar, sino también porque a él debo muchas cosas, como es el intentar ser como soy, pues él ha sido y es mi referente en muchas situaciones de mi vida y una de ellas, como no podía ser menos, es el amor por el arte en general y ha sido mi Maestro en el bello arte de la Fotografía.
            Por eso, y tras la publicación de este su primer libro, no me quedaba más  remedio que darlo a conocer a todos ustedes.
            Lo que sí sería interesante es que los poderes culturales de la ciudad de Melilla se plantearan la posibilidad de hacer una exposición con imágenes de este artista..., bueno ahí dejo mi propuesta; después no nos vale hacerla cuando no se encuentre entre nosotros.
            ¡Gracias hermano! ¡Gracias Miguel Hernández!
            


            FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
Share on Google Plus

About Fernando y Tamara

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

1 comentarios :

  1. Muy bonito este homenaje que le has hecho a tu hermano.......

    Ya tienes mi dirección verdad?, jajajaajajaj

    Intentare conseguirlo......

    un bst.

    ResponderEliminar