VARGAS LLOSA: NOBEL

Hacía tiempo, mucho tiempo que la literatura en lengua española no recibía este galardón. Concretamente, dos décadas. En 1990, Octavio Paz se alzaba con él. Más allá de la repercusión de estos premios que nacieron en un intento de hacer algo loable por la humanidad por parte de Alfred Nobel, químico cuyas invenciones tuvieron una gran repercusión en el terreno de los explosivos; no cabe duda de que son un reconocimiento a la labor de los receptores. Sin duda, cada uno consta con su opinión y a veces la opinión se queda con un poso amargo pensando que no han acertado en concedérselo a quien han decidido.
No tengo ese poso con Vargas Llosa.
He tenido el gusto de leer varias de sus obras, entre ellas títulos que lo han encumbrado. Pero hay un pequeño libro que a menudo no se cita cuando se habla de él que me entusiasmó. Me refiero a El Hablador. En él habla del Perú más profundo y más natural, de sus mitos, sus creencias, sus tradiciones. Con una historia aparentemente sencilla consigue atrapar al lector, entusiasmarlo, adentrarlo en un mundo exótico e inmensamente rico,donde no cruza historias, sino que crea historias de historias, con un estilo y una técnica que en esencia lo ha acompañado durante todas sus obras.
Una persona activa y comprometida con lo que le rodea, pero sobre todo con su entorno, con su tierra, con su lengua. Entre sus numerosos reconocimientos contaba con el  Príncipe de Asturias (1986) y el Premio Cervantes (1994). Le faltaba el Nobel. Felicidades Mario.

TAMARA GONZÁLEZ CUEVAS

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About Fernando y Tamara

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