UNA MÁS: HUNGRÍA BAJO EL BARRO ROJO

Aguanta y aguanta. Resiste. No le queda otra. Un día dira basta. Por ahora nosotros hacemos caso omiso a sus pequeños gemidos. Abusamos de ella. Ayer emitíamos más CO2 de lo necesario, mañana seguirá ocurriendo. Hoy se nos ha "escapado" otra pequeña gloria en Hungría: una fuga de barro rojo estimada en 700.000 metros cúbicos.
El fango rojo es una sustancia química altamente tóxica, corrosiva, alcalina que ha dejado 4 muertos, 6 desaparecidos y más de 60 heridos al romperse un dique de una empresa de aluminio. Se ha calificado al desastre de fallo humano. Obviamente no veo a la naturaleza produciendo un producto que no va a consumir ni autodestruyéndose de una manera tan flagrante. No. Eso sólo se ocupan de hacerlo los seres llamados más desarrollados y evolucionados que la pueblan. Estamos tomando la postura del cangrejo: siempre vamos hacia atrás, no nos conformamos con evolucionar teniendo en cuenta la sostenibilidad. No. Es mejor producir a destajo sin tener en cuenta las consecuencias.
Se ha catalogado como un desastre ecológico lo acontecido, sobre todo porque es muy posible que el fango llegue a tres ríos que atraviesan Hungría, entre ellos el Danubio. Lo más triste es que noticias así ya no nos parecen tan sorprendentes, ni nos alteran todo lo que debieran. Hemos convivido con demasiadas: petroleros como Erika, Jessica o el Prestige, el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, Doñana... Es tan largo el etcétera y tan hondo el pesar que no habría folios suficientes para plasmarlo.
Mirarnos al espejo y no sentir vergüenza por los actos de nuestra especie es inevitable. Una vez más. O una vez menos.



TAMARA GONZÁLEZ CUEVAS
Share on Google Plus

About Fernando y Tamara

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios :

Publicar un comentario