EFECTOS ESPECIALES

He estado viendo un documental sobre la vida y obra de un maquetista español, que trabajó con buenos y muchos directores de cine, de diferentes países y que nos legó una obra ingente de trabajos en la gran pantalla.
Me refiero a Emilio Ruiz del Río. Maquetista y como a él le gustaba que le llamasen: “truquista”, también fue director artístico, pintor, decorador, expertos en efectos especiales, etc.
Muchos años dedicados al séptimo arte donde dejó huella. Sus trabajos de pintura sobre cristal son maravillosos y considerado como el mejor del mundo. Asimismo realizaba maquetas y miniaturas, con las cuales “engañar” al espectador que veía la escena.
Lo mismo te creaba un paisaje romano en una plaza de toros española que te pintaba un paisaje donde en verdad lo que ocultaba era una calle normal y corriente de una ciudad cualquiera.
Emilio nació en Madrid en 1923 y allí murió en 2007, dejando huérfano al cine no sólo hispano, sino también al internacional. Una de sus últimos trabajos fue para Guillermo Del Toro en su película “El laberinto del fauno”.
Estudió en una buena escuela, la de Bellas Artes de San Fernando en la capital de España, y empezó a trabajar como escenógrafo teatral. De ahí al cine un paso y lo consiguió entrando en los Estudios Chamartín primero y de Sevilla Films después, siendo su primer trabajo para el director Florián Rey en la película del año 1942, “La aldea maldita”.
A partir de ahí, comenzó una etapa de más de quinientas películas, ingeniando efectos visuales que sólo él sabía llevar a buen puerto.
Son famosas sus creaciones pictóricas en chapa fina de aluminio en sustitución del cristal, falsificaba muchedumbres utilizando miniaturas de figuras fijas y móviles, etc.
Realizó maquetas para las superproducciones norteamericanas que se realizaban en España en los años sesenta y famosos fueron por ejemplo sus trabajos en películas como Espartaco, Rey de Reyes, Cleopatra, La caída del Imperio Romano, Doctor Zhivago, Lawrence de Arabia o Conán el Bárbaro y muchas más.
Fue nominado para diez goyas y consiguió ganar tres, el último precisamente por la película antes mencionada de Guillermo del Toro.
Para los que amamos el cine, siempre es gratificante revisar cintas donde no hace falta que se llenen de efectos virtuales a base de ordenador, pues son unos programas informáticos los que lo hacen todo, sin embargo, el trabajo de Emilio Ruiz era artesanal, manual y eran verdaderos efectos especiales, donde con muy pocos elementos y de bajo precio podía conseguir transportarnos a otros mundos, que de otra forma difícilmente sabríamos cómo eran.
Quizás estamos muy saturados de tanta imagen virtual, donde uno pierde el interés porque sabe que va a ver una especie de juegos de ordenador y la trama por muy bien realizada que esté, siempre irá en detrimento pues se te hace increíble.
Quizás esto lo pudiéramos aplicar a la vida diaria e intentar estar menos “enganchados” a las máquinas y soñar un poco más, aunque sepamos que es un trozo de tela, aluminio, pintura y sobre todo lo mejor: la imaginación y el buen hacer de un verdadero genio que nos hace soñar, y créanme que en este mísero mundo en que vivimos, es bueno de vez en cuando soñar en algo que puede llegar a ser mejor.

FERNANDO SRUEL HERNÁNDEZ

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About Fernando y Tamara

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