EL SÁHARA EXISTE: MÁS ALLÁ DE NOSOTROS

La indiferencia no tiene perdón. Podemos intentar muchos proyectos y si fallamos en el intento, al menos se habrá intentado. Cuando éstos tienen como protagonistas grandes sufridores que por nuestra falta de logros padecen inconmensurablemente, no vale con intentarlo. Se han de producir resultados. Si se necesita ayuda para alcanzar la meta, se demanda y se araña por conseguirlo. El mantenerse en una burbuja haciendo que no sucede nada, es una posición denigrante para la propia persona, deningrante para los que te rodean, para los que han confiado en ti 

Cuando un pueblo padece y los del resto del mundo permanecen impasibles es que algo nada bueno sucede. Quizá, el egoísmo se ha globalizado. Tal vez, es una situación que sobrepasa a los que deberían hacer algo. Pudiera ser, que, simplemente, se prefiera centrar los esfuerzos en mejorar el estado del bienestar. Nuestro estado del bienestar, no el de ningún otro lugar.

¿Dónde queda la conciencia? En el Sáhara. Allí, en algún lugar enterrada, permanece muda, delirante, encaprichada en mantenerse en su nube que no le deja ver más allá de sí misma. ¿Dónde quedan los saharauis? En algún otro lugar, enterrados algunos, quién sabe dónde, otros en la superficie, gritando, gritando muy alto sin ser escuchados por nadie. Cuarenta años sin hacer nada, son muchos años.



TAMARA GONZÁLEZ CUEVAS
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About Fernando y Tamara

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