Es el adjetivo más suave que se me ocurre para describir la actitud de una persona que, aunque no lo quiera, es uno de los personajes públicos que más portadas hace en este país.
Lo lamentable de todo esto es que muchos niños se miran en estos personajes mediáticos para imitarlos y la verdad dejan mucho que desear.
Lamentable es la irresponsabilidad con que el entrenador del Real Madrid, Mourinho, hace unas declaraciones donde deja bien patente que eso del “fair play”, del juego limpio en el deporte, es algo que a él ni le va ni le viene.
Pero yo le digo a este tipo que con sus millones a cuestas y sus formas no se llega a buen término, eso sí, puede estar “forrado de guita” como se dice ahora, pero es un irresponsable puesto que hay mucha gente que se mira en él como un ídolo y lo único que consigue es defenestrar todo lo que se supone que es el deporte “rey” de este país: el fútbol.
Curioso es ver la actitud humilde de la Selección española de fútbol, con un buen trabajo en equipo que la aupó a lo más alto, y ahora te ves con estos tipejos que lo único que saben es hacerse el “gallito” para que los demás le aplaudan sus sandeces y levantar una serie de polémicas donde el deporte sano se lo pasa por el forro de los pantalones.
No se puede ir por ahí de esa forma. No porque hayas tenido la fortuna de estar en el momento y lugar adecuados y te salgan bien las cosas, ya vas a tirar por tierra lo que otros entrenadores de equipos más modestos, están trabajando codo con codo, con muchas más penalidades para sacar adelante una ilusión de muchas personas.
Lamentable este “señor” que se va creyendo que es un tipo importante cuando lo único que hace es caer más encima de su propio fango.
No son maneras de insultar a un árbitro cuando tú eres el que tiene que poner sosiego a los jugadores, darles el ejemplo necesario de coherencia y de saber jugar al fútbol, no con la violencia verbal por delante.
Este tipo de cosas me hacen ver cada vez más lejos aquella afición que yo tenía hace ya muchos años por el fútbol, donde uno creía que era un deporte con mayúsculas y que gracias a toda esta “caterva” de personajillos, lo único que me da es pena de ver cómo muchos aficionados y gentes de los medios de comunicación le dan cancha para que siga pavoneándose de sus hechos, cuando lo único que hace es una profesión como otra cualquiera, sólo que muchísimo mejor pagada.
Si estas actitudes se castigaran de verdad y se pusiera menos dinero en el fútbol, podríamos ver más deporte y menos negocio que muchas veces es marrullero y propio de otro tipo de negocios no muy “claros ni limpios”
Por eso, me niego a aceptar que por culpa de estos inmorales del balompié, los quede verdad les gusta y les apasiona este deporte se queden perplejos en cómo tipos como éste se pavonee tan tranquilamente por ahí provocando a los demás para así pretender llegar a algo más y esconder quizá en esas actitudes sus carencias, que viendo lo visto, tiene muchas y cada día más, si no cambia.
El verdadero aficionado va a ver un partido de fútbol, no a ver las tonterías que tal o cual entrenador o jugador hace.
Por mi parte sigo sin dar un solo céntimo de euro por ir a un campo para ver a unos millonarios en calzón, corto como dijo hace mucho Alfonso Guerra, correr detrás de un balón, mientras vivimos en una grave crisis de las que todavía nadie quiere sacarnos.
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
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