AMIGO PACO RUIZ

Hace pocos días me enteré de un suceso que me ha provocado una gran conmoción: el fallecimiento de mi gran amigo Paco Ruiz Mariscal.
Hombre de gran sapiencia en el terreno de la vida y del arte de la poesía, sobre todo la que él cultivaba: la poesía amorosa.
Nadie como él sabía plasmar las más bellas composiciones poéticas y además tenía una manera muy peculiar de hacerlas ver a todos los que queríamos saber más de ellas. Nos reunía bajo su manto de amigo y nos la recitaba bajito, sin tronadores aspavientos, con una voz de cadencia igualitaria, sin altibajos, pero cargada de ese romanticismo que rebosaba por todos sus poros.
Amigo Paco, te has ido, nos has dejado sin tus poemas, nos has dejado huérfanos de la bella armonía que inspiraban tus versos, nos has dejado tan de repente que no nos ha dado tiempo a darnos cuenta de la cruda realidad.
Amigo Paco, tú y yo hemos compartido muchas mañanas, tardes y crepúsculos, hablando, recitando sobre la vida, pero siempre impregnándolo todo de ese romanticismo tuyo, de ese candor con el que realizabas todo, con el que caminabas por esta vida mísera y cruel que ahora… se te ha llevado de entre nosotros.
Paco todavía no sé el porqué de esa decisión tuya, no quiero, no puedo entenderla, sin embargo, te respeto como siempre lo hacíamos en nuestras opiniones aunque fueran distantes entre sí.
Recuerdo perfectamente nuestro primer encuentro. Sería por el año 1998, cuando entrábamos en la bodega aquella de calle Granada de Málaga, ¿lo recuerdas, amigo Paco? En aquel lugar se recitaba, se leían poemas, conferencias, en definitiva, todo aquello que tuviera algo que ver con la cultura de lo poético.
Allí te acercaste y nos recitaste unos versos de amor que habías empezado a componer días atrás y que estabas deseando volcarlos sobre los demás.
Amigo Paco, desde entonces nuestros caminos se juntaron. Desde entonces, el aura de hombre bohemio y con un pasado y presente amoroso roto por el desamor se podía traslucir de tu forma de caminar, de mover las manos al recitar, en definitiva, sabíamos que te pasaba algo fuerte en la parte más íntima y recóndita de tu corazón, pero nunca lo mostraste.
Amigo Paco, el que ahora te escribe con resignación estas palabras, estaba pasando un mal momento y tú con tu fuerza y con esa serenidad de la que siempre hacías gala, me dejaste ver claramente que aquel momento se pasaría si yo mismo quería y así lo comprendí aquella mañana en la Feria del Libro malagueña, en el Parque cuando me recitaste al oído, bajito, como siempre hacías, aquella composición que habías escrito teniendo como tema el amor perdido de un pajarillo… Ahora comprendo que aquellas palabras que me ayudaron a ver la vida de otra forma salían de un hombre que estaba destrozado por dentro, pero que no podía dejar que un amigo suyo se viniera abajo.
Amigo Paco, ahora comprendo, ya sé que es muy tarde, la mayoría de tus poemas. Poemas que salían del alma desengañada del amor, un amor que siempre quisiste tener a tu lado, pero que, sin embargo, nunca poseíste.
Amigo Paco Ruiz Mariscal vaya desde estas líneas mi más profundo y afectuoso abrazo como aquel último que nos dimos, ¿recuerdas?, en la calle Larios cuando después de tiempo sin vernos, nos encontramos y allí te vi con tu cuaderno en la mano y empezaste a recitarme tus últimas composiciones…
Descanse en paz el alma del poeta Francisco Ruiz Mariscal, un hombre que como pocos supo lo que era de verdad el amor y…su antagonismo: el desamor.
Siempre estarás en nuestros corazones.

FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ
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About Fernando y Tamara

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3 comentarios :

  1. Sé que es tarde desde que se escribio este texto, pero la semana que viene escribiré unas cosas de parte de la madrina de Paco Ruíz Mariscal.

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  2. Hola Fernando:
    Soy la madrina de boda de Paco Ruíz Mariscal.
    Hace poco el nieto de Paco, buscando en Internet para hacer un trabajo en el colegio, se encontró con la carta que tú habías publicado en la red. El chiquillo al ver el nombre de su abuelo se llevó una gran sorpresa, pero cuando leyó parte del contenido el disgusto fue enorme, el ignoraba algunas cosas sobre su abuelo, como por ejemplo su enfermedad, enfermadad que Paco quizás, puedo poner algo de su parte para curarse, pero que, no supo o no quiso, y que finalmente no hubo remedio.
    Per su esposa, hijos y toda la familia lo intentamos de todas las formas posibles habidas y por haber, pero sólo conseguimos su rechazo y el rechazo de todos los medicamentos, centros de rehabilitación y cualquier medio que pudiera ayudarle. Desde aquí me gustaría y quiero que quede muy claro, que Paco nunca tuvo desamor, fue todo lo contrario, lo queríamos todos los que le conocíamos y en especial le amaba de verdad su esposa y sus hijos como al mejor padre.
    Ellos se casaron muy enamorados, su mujer le quiso, le querrá y lo recordará mientras via. Pasaba que cuando una persona tiene un grave problema de salud sufre mucho y hace sufrir a todos los que le rodean más de lo que se puede imaginar. Era un hombre excelente, un magnífico poeta, todos los queríamos y el nos quería de igual manera. Desde el cielo que es donde tiene que estar, porque alguien como el no puede estar en otro sitio, desde allá arriba Paco nos tiene que estar viendo y sabe que digo la verdad. Tu, Paco, desde ese lugar privilegiado, vela por tus hijos y nietos, ellos te adoran y necesitan tu ayuda.
    Sabes que juntos hemos pasado muy buenos momentos, pero también me hiciste llorar algunas veces cuando hablábamos de tus cosas, cosas que ahora no quiero ni mencionar. Amabas tanto a tu mujer, que tu amor por momentos se tornaba en odio sobre toda la familia, pero de sobra sabemos que todo era debido a los estragos de tu maldita dolencia.
    En esa morada donde tiens el descanso eterno no hay mención al odio, en tu lápida puede leerse. TU MUJER TE AMA COMO EL PRIMER DÍA, SIEMPRE ESTARÁS EN NUESTRO RECUERDO.
    Me despido como siempre me llamaba Paco.
    LA MADRINA

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