EL PRIMERO DEL AÑO

La verdad es que el año anterior ha pasado para todos los mortales que residimos en España, bastante ajetreados en irnos al paro o en estar en ello; hemos podido comprobar cómo las mujeres y hombres públicos (no se me ofendan) que han sido dignamente elegidos por el pueblo español, se han estado peleando, eso sí, con mucha corrección parlamentaria, sobre diferentes temas que a la gran totalidad del pueblo no nos ha interesado nada en absoluto.
No han conseguido casi en ningún momento estar de acuerdo en los temas centrales que sí nos preocupan. Y la solución ha sido la que tenemos: más paro, más crisis no sólo económica, sino política y de valores humanos.
A este que les escribe le parece indigno de llamarse “representantes del pueblo” a una serie de personajes que sólo han estado tirándose los trastos a la cabeza sin llevar a cabo ninguna solución, absolutamente nada de nada.
Miren que ha habido sesiones parlamentarias, miren que ha habido comisiones, miren que en todo ello nos hemos quedado sin saber apenas nada de que la dichosa crisis se empiece a solucionar.
España también, como no iba a ser de otra forma, ha tenido en los últimos meses duros reveses en el exterior, donde se ha puesto de manifiesto que seguimos siendo incapaces de saber cuál es nuestro papel ahí fuera.
Nos han “toreado” como les ha dado la gana. Ejemplo claro y absoluto ha sido el tema del Alakrana, donde una pandilla de piratas somalíes nos han tenido a jaque, cuando seguro que había muchas soluciones para ese tema y que algunos otros países lo han llevado a cabo y no ha pasado nada.
Es curioso ver cómo el idolatrado presidente de los Estados Unidos por nuestro gobierno, echó mano de sus marines, no para estar quietos por orden del gobierno español como los nuestros, sino para atacar sin fisuras a los mal llamados piratas y liberar a los suyos…, sí ya sé que me dirán que a los franceses, italianos e ingleses también los han secuestrado, pero qué quieren que les diga, viendo la nefasta política exterior española, me interesan más los de mi país.
Para casi terminar el año y sin mencionar otros temas como el de la representante del Sáhara o los voluntarios, todavía secuestrados y que nada de ellos se sabe, hemos podido ver cómo los representantes de casi todos los países del mundo han hecho gala de lo que son en Copenhague.
La famosa cumbre en tierras danesas que tan sólo ha servido para poder ver una vez más cómo se pelean entre los ciudadanos (manifestantes y fuerzas del orden) mientras los acomodados gobernantes y sus respectivas embajadas se tiraban un poco de las barbas y al final cada uno aportó lo mejor de sí, o sea, nada.
Es cierto aquello de que “la Tierra no es de nadie, sino del viento”, que tanta acogida ha tenido y yo ahí terminaría diciendo: “lo que el viento se llevó”, pues es lo único que ha salido de esa reunión: viento, o sea, aire y ya saben lo que se dice: “las palabras se las lleva el viento”
Hemos empezado un nuevo año, ¿qué nos deparará? ya de por sí en nuestro país un poquito más de paro, pero dentro de la nueva economía sostenible que como sigamos así no va a ver nadie que se “sostenga” en ella.

FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ

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